jueves, 22 de diciembre de 2011

47 Aniversario de Tlatelolco. Una ciudad sui géneris

Por Adrián Arellano Mora



Hacia la iglesia de Santiago a misa de siete.
Al fondo, el paso peatonal a desnivel en San Juan de Letrán; ahora Pórtico Antonio Caso en Eje Central.
Foto: Daniel Arrellano Bonilla

Con motivo del 47 aniversario de Tlatelolco, vale recordar que la construcción de esta unidad habitacional, se debió en gran medida, al factor conocido como la Alianza para el Progreso para América Latina; programa de asistencia social y económica impulsada por la administración Kennedy. Es así, que a principios de los años 60’s se fundó el mayor conjunto urbano multifamiliar en México.




En cuyo proyecto de modernización de la capital participaron entre otros, figuras nacionales de la talla, como: el Ing. Emilio Rosenblueth, el Arqueólogo Francisco González Rul, y de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez y Mario Pani; este último quien fuera autor de la Torre Insignia, cuya obra se representó –precisamente- en el pictograma de la estación del Metro Tlatelolco.



Ciudad Tlatelolco generó un estilo de vida sui géneris. Puesto que, quienes comenzaron a poblarla contaban para su desarrollo personal y familiar con un equipamiento urbano, a gran escala, tales como: centros educativos y deportivos, un cine, módulos y locales comerciales, áreas de juegos infantiles, canchas de futbol, jardines, vías de comunicación. Y además con una Secretaría de Estado con lujosas y novedosas instalaciones, la de Relaciones Exteriores; ahora Centro Cultural Universitario Tlatelolco UNAM.


Así como, el poder disfrutar y admirar -la bien lograda y emblemática- Plaza de las Tres Culturas; que por cierto, ahora se encuentra en pleno descuido.


En aquellos años, principalmente sus residentes disponían de un circuito de paso peatonal y de andadores a semejanza de Ciudad Universitaria.



Incluso el diseño de determinados edificios permitía el libre tránsito de sus habitantes. Es decir, Tlatelolco se adelantó a su época.



Pese a ello, actualmente se vive una serie de alteraciones en su trazo original; los cuales generan malestar y riesgos, a saber: las rampas que han sido colocadas para uso exclusivo de discapacitados son utilizadas por motocicletas y bicicletas; varios espacios que eran para uso peatonal ahora son empleados como estacionamiento, un ejemplo de ello es el que se encuentra en el paso de desnivel del Eje Central; el 35% de los edificios están enrejados; y por último, se hace evidente el constante aumento de puestos de ambulantes en pasillos y espacios públicos.



A 50 años de haberse erigido Tlatelolco, es necesario que sus actores sociales, profesionales y políticos, se sumen a la noble tarea de rescatar y revitalizar su concepto urbanístico; y de esta manera devolverle su carácter de ciudad de vanguardia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario