jueves, 11 de octubre de 2012

Mi recuerdo… en Tlatelolco

Ethel Camarena Meixueiro*
Ethel y su hermano Victor saliendo del Candy... en una jardinera del
Nuevo León del lado de la Subdelegación
Foto: Ethel Camarena

Todas las mañanas mi primer visión es nuestro querido y hermoso pulmoncito “Jardín de Santiago”, en ocasiones cuando el tiempo me lo permite, pongo una tetera y me dispongo a saborear de un café y como escenario tengo ese sitio tan emblemático para los tlatelolcas, en especial para los que somos de la Tercera o los que tienen el hábito -gusto de hacerlo suyo con sus actividades deportivas- y porque no del corazón. De inmediato con mi café, mis recuerdos me llevan a 1979 cuando mi madre me dejó en el Kinder Candy Land, con 3 años recuerdo que me senté en una pequeña mesita y todo el mobiliario era así, pequeño para niños de mi edad.

Tuve la oportunidad de ser una tigresa y desfilar por el jardín, también recuerdo como mi madre nos llevaba a mi hermano y a mí, a hacer esos días de campo donde en un pradito jugábamos, sentíamos el contacto de ese pasto verde. Contemplaba el kiosko y cuando podía estar en él y gritar, zapatear la adrenalina era máxima (no sabía que era la acústica, pero pensaba a mi corta edad que ese kiosko era mágico), recuerdos van recuerdos vienen, de más años de más conciencia, pero mi jardín siempre en mi mente y corazón, ahora lo veo y diario le prometo que no lo dejaremos, que no nos rendiremos si nos dicen que no o peor que nos ignoren en la búsqueda de su rescate, que si una puerta se cierra buscaremos más, hasta que una se abra y nos apoye para regresarlo a tal esplendor y magia.

Si bien no tengo hijos, lo que si tengo es arraigo e identidad orgullosa tlatelolca y deseo que los niños, los jóvenes, todos podamos gozar de ese espacio como yo lo hice, como muchos vecinos y visitantes lo pudieron vivir en un espacio “digno”, no pretendo vivir del pasado evocando lo que ya no será, la única receta para curarlo de ese abandono que no tiene caso decir de quién es la culpa, es del interés y cariño que los tlatelolcas le pongamos a nuestros espacios.

*Unidosportlatelolco

1 comentario:

  1. Como no remontarse a esos tiempos donde nuestra infancia fue color de rosa. Era otro momento, tal vez nunca sea igual peo hagamos que lo que viene sea lo mas parecido o mejor.

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