sábado, 18 de enero de 2014

La Colonia Guerrero cumple 140 años

Por Armando Palomo

Terrenos donde sería la Colonia Guerrero. Ramiírez Palomo.2004
Y para celebrar tal longevidad,  formamos el Comité Vecinal Ciudadano que se encarga de organizar las actividades sociales, políticas y culturales. Somos un grupo de vecinos (residentes actuales y que han vivido antes ahí) que trabajamos por tener un mejor barrio y una mejor vecindad, por ello la celebración se propone:

Identificarnos como vecinos y ciudadanos de la colonia.
Rescatar toda la riqueza histórica, política, económica, social y cultural de nuestra colonia.

Rescatarla para regenerarla y mejorar los servicios urbanos que se requieren y necesitan. Para querer y amar esta tierra y el espacio en el que vivimos hoy,  y dejar una mejor colonia a las próximas generaciones

La colonia Guerrero es una de las cuatro que se formaron como resultado del crecimiento de la ciudad histórica. Se formó allá por los años de 1873 como resultado de dos procesos fundamentales para el país, uno la desamortización de bienes del clero que permitió (entre otras cosas) colocar grandes extensiones de tierra disponibles para el crecimiento y desarrollo de las ciudades; el otro, el propio desarrollo y su dinámica empujada por el tendido de líneas del ferrocarril que tuvo en los potreros de la hacienda de Buenavista una de sus principales estaciones, así como los patios de carga y descarga hacia toda la zona de Nonoalco Tlatelolco.

Los terrenos donde se estableció la colonia Guerrero eran los que correspondían a los del Colegio de Propaganda Fide de los franciscanos (ubicado en el potrero de San Fernando), el rancho de los  Ángeles y la hacienda de Buenavista. Fueron adquiridos por la pareja de “portafolieros”  formada por Antonio Escandón y Rafael Martínez de la Torre, incluso es una afrenta que el mercado de la colonia se le conozca con el nombre de un especulador que multiplicó por diez el valor de la tierra y entregó una colonia trazada pero sin urbanizar.

Con el desarrollo del ferrocarril y el despegue del Distrito Federal como polo económico, se inició la migración campo-ciudad que trajo millones de personas en pocos años en comparación con la estabilidad que había mostrado la traza urbana de la ciudad en los 400 años anteriores.  El surgimiento de las nuevas colonias fue el inicio de lo que sería más tarde el crecimiento expansivo de la capital y que se llamaría desarrollo metropolitano y megalopolitano. Su perímetro estaba entre las calles de Santa María la Redonda, Nonoalco, Insurgentes, Avenida Hidalgo

La colonia Guerrero creció en consonancia con el crecimiento del DF, sin embargo los servicios, equipamiento y redes de infraestructura urbana no lo hicieron en forma equivalente, de tal suerte que siempre hubo un déficit al respecto, tres años después de fraccionada la colonia hubo movilización social para demandar agua para los diez mil habitantes asentados, situación que todavía hoy es un problema de administración y justicia en toda la ciudad.

La colonia fue un espacio para trabajadores, fundamentalmente, y también la puerta de entrada a la Ciudad de México y la salida hacia toda la república. Básicamente porque en ella estaba la estación de ferrocarriles.  Entonces la transportación era en carruajes tirados por animales y el “tren de mulitas”, los tiempos de traslado eran enormes. Para salir de y llegar a la ciudad se requería mucho tiempo y sobre todo esperar en la estación del ferrocarril o en sus alrededores y éstos eran la colonia Guerrero. Por ello se produjo una oferta de bienes y servicios que atendieran a toda esa población que entraba y salía; aparecen así los comedores, fondas, los hoteles, los baños públicos (asunto de sanidad fundamental porque no había agua disponible en todos los ámbitos de la ciudad), peluquerías, sastrerías, etc.

Por el momento nos reunimos en Sol 168 (esquina Guerrero) los lunes a las 17 horas.
Por el Comité: Armando R Palomo (armpalomo@gmail.com; 044551907-3897). 

La colonia Guerrero vista desde la Torre Latinoaméricana hoy.

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