miércoles, 20 de agosto de 2014

Frente Nacional en Defensa de Las Pensiones y Jubilaciones. Carta 2

Responsables de la publicación
Tomás Correa Ayala
Víctor Sanjuán González
Agustín Acosta
Adolfo Juárez Espejel
Hugo Correa

¿Tendrán una patria miserable de esclavos sin futuro y sin dignidad?

México, D.F. a 19 de Agosto del 22014.
Hola Papá.
He leído con mucha atención la carta que escribiste para tus nietos y sus amigos, ella me transportado en un solo momento de la tristeza al dolor, al entender como se luchó por proteger nuestro país y bienes. Y al mismo tiempo el pésame de observar ahora como se ha perdido el interés de proteger lo nuestro. ¿A dónde nos han llevado?

Hoy entiendo Papá que de un de repente me quedé sin trabajo, que me argumentan deslealtad por no firmar un fraude. ¿Cómo es eso? Sí Padre mío. En la policía un fraude que no se firma es deslealtad, ¡y eso me paso a mí! Hoy que en un instante me quedé sin trabajo a mi edad, no sé cómo volver a empezar. ¿De dónde se sacan fuerzas cuando ya no hay? Y ha empezado en mí el desfile de mirar con impotencia tu realidad.

Papá, traté de buscar en mi fondo de pensiones y mi afore algo que se llama retiro para el desempleo, algo así como una limosna de lo que ahorraste en toda tu vida, que solo puedes disponer de él cada cinco años. Y solamente si estas en la calle y perdiste a tu familia por no tener trabajo y tienes mucha hambre como yo ahora. He desfilado ante mi afore que me pide uno y mil requisitos para darme esa limosna, aquellos que hace años me rogaban que les dejara manejar mi dinero, después de mil requisitos, mil maltratos y meses de espera; ¿Qué crees Papá? Me dicen que no está, que no lo tienen, que vaya acá, que vaya allá, que pague mis traslados, que ellos no lo harán y filas y filas, y mi dinero  ¡no aparece ni apareció! ¿Qué hago ahora Papá?, ¿a quién le reclamo?, ¿en qué hombro lloro?
Por eso hoy que veo que a nadie parece importarle que se hace con nuestro petróleo, luz y bienes. Y hoy que veo lo que se hace lo mismo que con mi afore, mi cabeza está por estallar. Papá se están quedando con lo nuestro y cuando lo necesitemos ya no existirá.

Gracias Papá porque yo no sabía y tal vez no podría explicarle a mis hijos que es la frustración y no poderla expresar, y sólo te digo gracias por tu valor, él que no creí tener, el que hoy no sabía cómo pedirle a mis hijos su ayuda y fuerza. Cada quién en su trinchera, que nunca más me distraiga o deje de importarme el dolor ajeno que algún día será mío. Que entendamos como se es patriota, ¡no patriotero! Que entendamos.

Que el país no son estampitas de héroes, si no corazón para entender, corazón para defender, coraje para preguntar alas maestros, a nuestros padres, abuelos, amigos y vecinos y dejar de preocuparnos por el X BOX, y por las cosas vanas que nos distraen de nuestro trabajo, de pensar y luchar por defender nuestros bienes y patrimonio y mañana que lo necesitemos ya no estará.

Y entonces veremos en las manos de nuestros hijos estampitas de Carlos Salinas y de Enrique Peña Nieto; ¿Cómo reformadores sociales o como los más grandes traidores a la patria?, ¿veremos a los diputados y partidos como representantes del pueblo o traidores del mismo? ¿Tendremos el valor de ahorcarlos públicamente o hundiremos una vez más la barbilla y veremos una vez en nuestros hijos el reflejo de la tragedia de una patria miserable de esclavos sin futuro y sin dignidad?

Tu hijo, Florencio.

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