miércoles, 30 de diciembre de 2015

Cambia de color

¡A propósito del cambio de titular en la Delegación, ¡cambiemos de color nuestro entorno!
Palabra de vecino                                                                                          Por Violeta Muñoz Ramos
Llegue a vivir a Tlatelolco justamente en 1968, tenía 11 años y disfrute enormemente mi bicicleta por toda la Unidad. En corto tiempo me he vuelto vieja, y qué decir de los padres que llegaron en esa época.

Es esto, lo que hace tiempo me inquieta. Personalmente viví con mi madre situaciones complicadas a consecuencia de su edad y me encontré sin alternativas a la mano para aminorar mis preocupaciones por intentar darle una mejor calidad de vida.
Pensamos poco en los mayores, y la realidad es que cada día somos más y nuestro barrio no ofrece alternativas efectivas.

Campamento del Movimiento de los 400 pueblos en Eje Central y Manuel González

Como todos sabemos, en las esquinas del Eje Central y Manuel González, tenemos una buena cantidad de metros cuadrados para pensar seriamente en su recuperación. Actualmente, ocupadas por tiempo indefinido, por los integrantes del movimiento denominado 400 pueblos que la dejan aún mas desolada.

La intención no es generar una discusión de corte político, ni valorar si su lucha es o no válida. Lo que sí es un hecho es que el entorno cercano sufre las consecuencias con su presencia. Las condiciones en que pernoctan son inhumanas, defecan y orinan al aire libre, generan torres de basura que nadie recoge y para añadir otro inconveniente, en esta oportunidad, trajeron vehículos; grandes camionetas que tomaron los pocos lugares de estacionamiento sobre la lateral del Edif. 5 de Febrero.

La propuesta consiste en recuperar estos dos espacios y crear, en ambos, un "huerto frutal". La intención es que nuestros adultos mayores y quien desee, se encarguen de darle vida con la asesoría correspondiente y con la colaboración de las autoridades que están por llegar, para adecuar el espacio y darle color. La inversión es mínima y con ello aportaríamos un buen lugar al aire libre, para que convivamos y retomemos eso que nos ha caracterizado; la buena vecindad y el respeto.

Estar al aire libre, socializar con personas en igual condición, son elementos que nos obligan a tomar medidas. Nuestros viejos tienen mucho que aportar, ayudemos pues para que esto sea una realidad.

Por si acaso, el producto que se obtuviera, podría ser comercializado y añadiríamos como positivo, que los participantes, obtendrían ingresos adicionales. Otro beneficio seria para los cuidadores primarios, tendrían la oportunidad de resolver una parte de su vida laboral o personal con la certeza de que sus padres están realizando actividades propias a su edad y debidamente acompañados.

Desde luego esto es el principio de algo mucho mayor, una estancia de día que ofrezca alimentos y atención médica.
No permitamos que los abuelos sean marginados y condenados a vivir entre 4 paredes y en soledad. ¡Su salud mental es responsabilidad de todos!

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