viernes, 4 de marzo de 2016

Ante el brutal asesinato, mi vida cambió: Nieto de “Luchita”

Ø …” ¿por qué? ¿Cómo es posible que nadie haya escuchado ni visto nada? es evidente la falta de comunicación y participación al interior de los edificios, por ello deben dejarse de lado las diferencias y tratar de vivir en armonía y solidaridad…”.

Ø Las autoridades delegacionales implementaron como un apoyo adicional el programa de Policía Comunitaria, el cual también se determina de acuerdo a la política pública del momento.
Por Héctor Márquez Zermeño


Martín Meneses Barrañón, nieto de Luz María Luna Gómez “Luchita”, relata como encontraron él y su madre a “Luchita” el pasado 5 de diciembre de 2015, quien viviera en el edificio Presidente Juárez, entrada D – 413: ”mi tía era una mujer de 87 años –que con un soplido se caía- con la que acostumbrábamos desayunar, comer o cenar muy a menudo ya que nosotros vivimos en la entrada de al lado, después de dos días nos extrañó que dejará de ir, por lo que decidimos ir a buscarla, al llegar al departamento y encontrarla postrada con diez puñaladas en el cuello y seis en el tórax, el impacto fue brutal y de momento no supimos qué hacer”… repara por un momento y continúa: ...” a partir de ese momento mi vida cambio, yo era de los que no “pelaba” a nadie y no me interesaban los problemas que ocurrían al interior o exterior del edificio, por lo que ahora valoro lo importante que es participar por un bien común, ¿por qué? 

Edificio Presidente Juárez (Izquierda) visto desde la Torre Latinoaméricana 2013.
¿Cómo es posible que nadie haya escuchado ni visto nada? es evidente la falta de comunicación y participación al interior de los edificios, por ello deben dejarse de lado las diferencias y tratar de vivir en armonía y solidaridad…”. 

Frente a este hecho y otros ocurridos dos semanas después en los edificios “Narciso Mendoza” en el que muriera un joven de 21 años aproximadamente; y en el “Jiménez” donde una mujer de 40 años aproximadamente que al parecer huía de asaltantes fue victimada en su domicilio, ambos en la primera sección de Tlatelolco. Se convocó a una reunión urgente con las autoridades responsables de proporcionar la seguridad pública en este conjunto habitacional. Cabe señalar que la situación aunque no es alarmante sin duda es preocupante y se debe poner bastante atención.

En la citada reunión convocada el pasado 14 de diciembre de 2015, en el auditorio “Ernesto Gómez Cruz” en la 3ª sección de Tlatelolco, por la Directora Territorial en Santa María Tlatelolco, Gloria Vélez Moreno y vecinos de diferentes grupos, estuvieron presentes: el Jefe del Sector Tlatelolco, Francisco García de Paz, el Enlace de Seguridad, Lic. Andrei, la Jud de Jurídico en la Dirección Territorial, Mónica Sandoval Hernández, y el responsable de la 5ª Agencia del Ministerio Público de la PGJDF, Lic. Quiñonez:

Es importante diferenciar que cuando hablamos de seguridad, debemos considerarla primero al interior de los edificios y, otra, al exterior de éstos. La primera es en gran medida responsabilidad de los vecinos y la segunda responsabilidad en gran medida de la autoridad.

Sobre la citada reunión hay que contemplar, en primera instancia, la falta de un representante de la Policía de Investigación con el objeto de conocer los móviles que motivaron los citados acontecimientos no tanto el detalle del mismo para no entorpecer la investigación como apunta el Lic. Quiñones, sino para a partir de ahí tomar medidas preventivas al interior de los edificios. Las alarmas vecinales son un buen avance.

En este tenor, es de fundamental importancia en un gobierno que se dice de izquierda considerar el aspecto social, y no había ningún área que tuviera que ver con el desarrollo social o la participación ciudadana. Toda vez que las mencionadas áreas cuentan con padrones de grupos vulnerables, así como los que se encuentran en lista de espera, pues ello les permitiría establecer mecanismos y estrategias que coadyuven a la prevención del delito.

En la parte operativa hay que diferenciar los elementos de vigilancia que aporta, por un lado la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y por otro la Delegación Cuauhtémoc, porque si bien es cierto que el garantizar la seguridad a los ciudadanos le corresponde a la SSP del DF, la Delegación ha implementado con su propio presupuesto el programa de Policía Comunitaria con elementos de la Policía Auxiliar, sin embargo en los hechos los que se presentan en grandes ceremonias con bombo y platillo, los dejamos de ver al segundo o tercer día, pues les asignan otras funciones como es el caso de Tlatelolco en donde después de la multicitada reunión no quedo claro cuántos elementos vigilan Tlatelolco porque el sector Tlatelolco y la Policía Comunitaria no se coordinan como debe de ser.

En este conjunto urbano así como su diseño arquitectónico obedeció a una política sexenal, las políticas de seguridad pública varían de acuerdo a la administración en turno, como ya lo hemos comentado en otras ediciones de Vivir en Tlatelolco, este conjunto urbano ha sido resguardado por los militares los primeros meses de su creación, posteriormente hemos contado con “los aguacates”, “los tecolotes”, la policía bancaria Industrial, la policía federal preventiva (sólo en la 3ª), la policía montada, la policía con perros, etc. Y siempre se había contado con presencia de un suficiente número de elementos; fue con el secretario de seguridad pública, Alejandro Gertz Manero, que se retiraron los servicios de vigilancia en todas las unidades habitacionales del Distrito Federal, y con la participación vecinal organizada se obtuvo una restitución parcial de los elementos, después y hasta la fecha ha sido responsabilidad de la SSP del DF el ponerlos y quitarlos.

Asimismo, las autoridades delegacionales implementaron como un apoyo adicional el programa de Policía Comunitaria, el cual también se determina de acuerdo a la política pública del momento, un ejemplo reciente es el de la administración anterior que cuando se supo que el candidato a diputado sería el exdelegado, su empleado retiro elementos de seguridad de los parques de las colonias Roma y Condesa para reforzar Tlatelolco y así contribuir a llevar a su Jefe a la curul no alcanzada.

Por nuestra parte, como ya lo hemos mencionado apelamos a la solidaridad vecinal y la convivencia armónica y de respeto, ya que en este y otros asuntos debe involucrarse a la sociedad, la cual debe estar unida y organizada.

La tarea para lograr una vida digna en los condominios es intensa y ardua, al convertirse los edificios en propiedad de los residentes, todo lo que al interior de ellos se encuentre es responsabilidad de los mismos residentes, por supuesto contando en todo momento con el apoyo de la autoridad. También es importante el aprender a convivir con vecinos que tienen diferentes ideas y puntos de vista distintos al nuestro, ya que la participación de la comunidad coadyuva y enriquece la solución de los conflictos.

Hasta la próxima y resistamos pacífica y civilizadamente nuestra existencia.


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