domingo, 2 de octubre de 2016

Globalización: una propuesta conceptual

Alejandro Mario Fonseca

Se atravesó el debate entre Clinton y Trump y ya no pude aterrizar un concepto claro del complejo fenómeno de la globalización. Antes de hacerlo quiero citar a un experto en el tema, que por su trayectoria intelectual cobra un especial interés en la presente coyuntura electoral: Jeremy Rifkin.
 Rifkin es un sociólogo, economista, escritor, orador, asesor político y activista estadounidense. Ha dedicado prácticamente su vida a  investigar el impacto de los cambios científicos y tecnológicos en la economía, la fuerza de trabajo, la sociedad y el medio ambiente. 

Tercera Revolución Industrial:Jeremy Rifkin 
En 1996 publicó El fin del trabajo, un texto en el que nos ofrece una visión de la globalización sombría pero con un desenlace muy audaz. Para este autor, aún los países de industrialización avanzada no escaparían a los retos de la globalización: el desempleo masivo, es uno de los temas más alarmantes.

La robótica y el desempleo
Cerca de 1000 millones de seres humanos están en la actualidad desempleados o subempleados. Esta cifra tiende a incrementarse ya que muchos recién llegados al mundo laboral se encuentran sin posibilidades de trabajo, muchos de ellos víctimas de la revolución tecnológica que está substituyendo a pasos agigantados a los seres humanos en casi todos los sectores e industrias de nuestra economía global.

En las próximas décadas el menguante papel de los sectores público y empresarial terminará afectando la vida de  la clase trabajadora significativamente. Los que estén empleados, es posible que vean un recorte en su semana laboral, permitiéndoles disfrutar de más tiempo libre.



Y muchos de los que están ya en programas reducidos de trabajo puede que estén siendo presionados por el mercado para emplear su tiempo libre en entretenimientos de masa y en consumir; el empleo del tiempo libre en entretenimientos culturales,  vendrá en una fase más avanzada de la globalización.

El drama que estamos viviendo es que el creciente número de personas desempleadas o subempleadas está cayendo inexorablemente en una subclase permanente. Sin embargo existe la posibilidad de convertir el problema en áreas de oportunidad.

El tercer sector
Al disponer los trabajadores de más tiempo libre y encontrarse los desempleados sin nada que hacer, existe la oportunidad de aprovechar el trabajo no empleado de millones de personas en tareas constructivas fuera de los sectores público y privado. Los talentos y la energía pueden dirigirse a la reconstrucción de miles de comunidades locales y a la creación de una tercera fuerza que florezca independientemente del mercado y del sector público.

Rifkin nos ofrece muchos ejemplos de este tercer sector que ya se ha abierto paso en la sociedad norteamericana, europea y japonesa, en actividades que van desde los servicios sociales hasta la salud, la educación e investigación, las artes, la religión y la abogacía.

Se trata en suma, de la otra cara de la globalización, de la cara sociocultural, que nos habla de ética, de cosmopolitismo humanitario, de una autoconsciencia cada vez más extendida, de una visión de nuestro mundo entendido a la luz de la solidaridad y la responsabilidad.

Una propuesta conceptual
A manera de conclusión y con el afán de contribuir a la elaboración conceptual de un fenómeno tan complejo como apasionante, que nos tocó vivir, resumo:

   La globalización, es el proceso creciente de interdependencia entre las zonas desarrolladas del mundo y de estas con algunas de sus áreas periféricas; cuya esencia se manifiesta en dos niveles:

1.       Político económico, marcado por el acortamiento de las distancias y por el desbordamiento de los marcos geográficos tradicionales: por la pérdida del referente nacional; y
2.       Socio cultural, en el que resalta una creciente generalización de una autoconsciencia cada vez más extendida, de una visión de nuestro mundo entendido como una unidad interdependiente.

Posdata
Jeremy Rifkin lleva ya largo tiempo  inspirando el pensamiento creativo de los principales líderes políticos y empresariales de los Estados Unidos y de Europa. Y lo sigue haciendo, hace cinco años escribió La Tercera Revolución Industrial, texto que propone la transición a una economía de bajo carbono, más democrática, en la que el internet y las energías renovables cambiaran radicalmente el mundo en que vivimos. Fue asesor de Bill Clinton, de los principales líderes de la Comunidad Económica Europea y ahora lo es de Hilary Clinton.

No hay comentarios:

Publicar un comentario