lunes, 28 de noviembre de 2016

Muere Fidel Castro, gana Trump. ¿El fin de una utopía?

Por Alejandro Mario Fonseca
El sábado nos enteramos de la muerte del Comandante Fidel Castro. No pude dejar de sentirme triste: fue junto con el Che Guevara uno de los héroes de mi juventud. No fuimos pocos los que creímos en el sueño de Fidel, fue y me atrevo a decirlo sin empacho, la guía, la razón, la motivación de mi generación: el movimiento estudiantil del 68, estuvo inspirado en gran medida en la Revolución Cubana.
Sin embargo Fidel se eternizó en el poder. Poco a poco fue eliminando a todo aquél que le hacía sombra y su liderazgo muy pronto se convirtió en una dictadura. Sacrificó la libertad por la “igualdad”; sacrificó la democracia por una ideología de Estado.

Cuando los rusos, tras la caída del muro de Berlín dejaron de apoyar a Fidel, todo se vino abajo. El apoyo de los venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro ha sido insuficiente, sobre todo porque no contaron con solvencia moral. Fidel Castro murió sin llegar a ver su sueño, su utopía, hecha realidad.
Fidel Castro Ruz


¿Qué es una utopía?

Utopía deriva del griegoοὐ ("no") y τόπος ("lugar") y significa literalmente "no-lugar" o, como glosó Quevedo; "no hay tal lugar". La palabra fue acuñada por Tomás Moro (1478-1535) para describir una sociedad ideal, y por lo tanto inexistente. Esta "república" es imaginada como mejor que las conocidas, en especial la europea del Renacimiento, por lo cual el término puede ser interpretado como Eutopia, también derivado del griego; εὖ ("bueno" o "bien") y τόπος ("lugar"), significando "el buen lugar".
 En un sentido estricto, el término hace referencia a la obra homónima de Tomas Moro; Del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía. En ella, Utopía es el nombre dado a una isla y a la comunidad ficticia que la habita, cuya organización política, económica y cultural contrasta en numerosos aspectos con la sociedad inglesa de la época.
Con esta obra Moro crea el género de las utopías políticas y por ello en términos más generales la palabra “utopía” se emplea para referirse a una sociedad política ideal, con un plan, proyecto, doctrina o sistema deseables que parecen muy difíciles de realizar. (Wikipedia)
 Lo que me interesa destacar es que una utopía es la representación imaginativa de una sociedad futura con características favorables para la salud, el bienestar común de la sociedad, que por lo general contiene una crítica más o menos implícita de la sociedad política realmente existente.
Sin embargo, reflexionemos, ¿realmente el sueño de Fidel Castro fue un fracaso rotundo? Sí para unos, para otros el sueño aunque con matices todavía es posible.

Visiones enfrentadas

Mientras que el pueblo cubano llora la muerte de Fidel, los exiliados cubanos de Miami bailan y avizoran el fin de su destierro. Probable y paradójicamente, fue el acercamiento hacia Cuba del presidente Barack Obama (gracias a la intermediación del Papa Francisco) una de las causas que le dieron el voto de diferencia que llevó al psicópata Trump a ganar las elecciones.
Pero lo más preocupante es la manera en que reaccionaron el presidente saliente y el entrante ante la muerte de Fidel:
“Hoy ofrecemos nuestras condolencias a la familia de Fidel Castro, y nuestras oraciones van dirigidas al pueblo cubano”.
“Sabemos que este es un momento que llena a los cubanos de poderosos emociones (…) a la hora de recordar las innumerables maneras en que Fidel Castro alteró el curso de su vida”. (Barack Obama)
“El legado de Fidel Castro es uno marcado por los pelotones de fusilamiento, el robo, el sufrimiento inimaginable, la pobreza y la negación de los derechos humanos fundamentales”.
“Si bien Cuba sigue siendo una isla totalitaria, espero que el día de hoy sea un paso para alejarse de los horrores que se han soportado”. (Donald Trump)

La gran incógnita: ¿Qué hará Trump?

El sueño de Fidel se cumplió a medias, por lo menos los cubanos aunque hambrientos y desalentados, siguen unidos. Se trata de 11.5 millones de seres humanos con una esperanza de vida de 79 años, con una alfabetización del 100% y con un desempleo del 3.2%. Gastan el 12.8% de su Producto Interno Bruto en educación y su sistema de salud es uno de los más exitosos del mundo. Su índice de desarrollo humano es de 0.769 (de 1.0). No es poca cosa.
En mala hora Fidel Castro muere, precisamente cuando se iniciaba el deshielo de las relaciones con los Estados Unidos, que seguramente el psicópata Trump echara por tierra. Pero la incógnita es ¿cómo lo hará? Por lo pronto, mi más sincero pésame.

¡Qué en paz descanse el Comandante Fidel Castro!

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