lunes, 9 de octubre de 2017

LA ECONOMIA… EN PILDORAS! Por los caídos…

Por Félix Carbajal Juárez

El pasado martes tres, un día después del aniversario de aquel fatídico 2 de octubre de 1968, cuando Díaz Ordaz, de ingrata memoria, decidiera acabar con una masacre un movimiento estudiantil que todo lo que pedía era justicia por el atropello sufrido a manos de la policía dentro de uno de sus planteles, y que por lo mismo, levantara tantos adeptos entre la sociedad y creciera tan exponencialmente.
Tanto, que la estupidez y barbarie unidas a la egolatría y soberbia de aquel presidente, encontrara en la masacre de aquella aciaga tarde en Tlatelolco, la única manera de “controlarlo”. Estupidez que pagaron con la vida decenas de estudiantes y ciudadanos mexicanos y alguno que otro extranjero.
Edificio dañado septiembre 2017.

Aunque por causas distintas, hoy, como aquellos años, México, como país, está dañado y en problemas…Pero, a diferencia del sesenta y ocho, en que el odio campeaba en el ambiente, ahora existe un sentimiento de solidaridad para reparar los daños que la naturaleza ha ocasionado.
Es, en este contexto que el sector privado, a través de sus organizaciones representativas, Consejo Coordinador Empresarial, Concamín, Concanaco, etc., presentó en la sede de la Cámara Nacional de Comercio de la CDMX (Canaco) que fungió como anfitrión, su programa denominado “México mejor futuro”, basado en cuatro puntos fundamentales de desarrollo.

a) Mejores condiciones para el bienestar                                                   
b) Economía abierta, competitiva, estable  e incluyente  
c)Gobierno eficiente y transparente e instituciones sólidas
d)Impulso a la innovación  como elemento fundamental para insertarnos exitosamente en el futuro y transitar de lo hecho a lo creado en México
                                                                                                                                
Excelentes y oportunos propósitos todos ellos, si consideramos, además; que estamos  al inicio del proceso electoral que en la parte principal lleva la renovación de la presidencia de la República. Sin embargo, lucen tan buenos que, como diría el Dante; “De buenas intenciones está empedrado el Infierno”.

Y, es que después de escuchar a los brillantes panelistas donde destacan María Elena Morera, Sergio López Ayón, Rolando Cordera, de la vieja guardia izquierdista, cuando la ideología de ésta, no era únicamente la de mantenerse cobrando del presupuesto público y haciendo suya la definición de “que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, que hiciera famosa algún político de antaño a finales del siglo pasado, Juan Pablo Castañón con una espléndida exposición,  y varios más, cuyos nombres escapan a mi memoria.

Debo admitir con tristeza, que los factores negativos expuestos, que impedirían que los objetivos enunciados anteriormente se llevaran a cabo, son los mismos que actualmente existen como impedimento de nuestro desarrollo: 
                          
La Impunidad, originada en la extorsión, tanto del sector gubernamental como de la delincuencia organizada. La corrupción, y la Inseguridad que mantiene amordazada y llena de miedo a la Sociedad. Todos basados en una red de leyes expedidas para facilitar la excarcelación de los delincuentes y no para defender a la Población que crea y genera recursos para fortalecer lícitamente la Economía y la Imagen de este País.  México.

Aun así, bienvenidos los buenos deseos del Sector Privado, que de madurar, serían la gran iniciativa económica que disminuiría la precaria situación en que se encuentran las centenas de connacionales damnificados por los terremotos y los huracanes. Ojalá el Sector Público, pase también, de los discursos a los que suele ser tan proclive, a las acciones concretas que faciliten las tareas y desarrollo del Sector Privado y, conjuntamente, impulsen el desarrollo del País.  Una cosa más…
El Gobierno Federal, NO es el Dios Omnipotente que soluciona todos los problemas. Exijámosle a los Presidentes Municipales, Gobernadores Estatales y los distintos poderes legislativos y judiciales, que hagan su tarea.  A todos ellos les pagamos y bastante caro, por cierto,  vía impuestos, derechos y aprovechamientos.
Hasta la próxima…


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