lunes, 9 de octubre de 2017

México: La pobreza no puede ocultarse

Por Alejandro Mario Fonseca

La imagen que le presento a continuación es una gráfica de la revista Forbes publicada en un artículo de Hugo Salvatierra el 28 de noviembre de 2016: La pobreza no puede ocultarse detrás de los números.

Nos dice Salvatierra: México es uno de los países más desiguales y sus políticas sociales contra la pobreza tienen más de 25 años; sin embargo, aún es una incógnita cuántos pobres y cuántos pobres extremos hay. Los últimos cambios en la forma de encuestar a la población sólo generaron más dudas.
México: La pobreza no puede ocultarse
Las estadísticas se maquillan y se interpretan
¿A qué se refiere el autor? Pues nada más y nada menos a que las estadísticas se maquillan, todo depende de la metodología. Y si, el INEGI a mediados del 2015 había cambiado su metodología y como resultado del cambio la cifra que se tenía como oficial, de 55.3 millones de pobres en la medición anterior, estadísticamente bajó en 11 millo­nes, según cálculos del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
Atrás de todo este enrollo está el hecho de que las mediciones del CONEVAL (El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) se basan en los apoyos que el gobierno federal da a la población más necesitada. También son un parámetro para respaldar o descalificar la eficacia de los gobiernos.
Lo interesante es que en éste caso la trampa también fue técnica y distintas fundaciones, instituciones educativas y legisla­dores pusieron en duda los resultados de la encuesta del 2015 y pidieron que se cambiara la metodología, pero, sobre todo, que sus datos fueran transparentes.
El escándalo no fue menor e incluso cobró una víctima importante: ocasionó la renuncia del titular de la dirección general de Estadísticas Sociodemográficas del INEGI.
El Partido Acción Nacional y sus principios
Le cuento todo esto, amable lector, porque el pasado viernes 2 de octubre se presentó en La Casa del Puente aquí en Cholula el presidente del PAN municipal, el Maestro Jorge Gómez Carranco, su tema fue “Historia y principios del PAN”.
Los días anteriores habían hecho lo mismo los dirigentes de los partidos PRI y MORENA. Se trató de un foro político organizado por Fabián Jiménez y sus colaboradores.
No puedo dejar de aprovechar la ocasión para felicitar a Fabián por su loable labor. Es lo que necesitamos foros abiertos en los que los ciudadanos tengamos la oportunidad de conocer y dialogar con los políticos que nos gobiernan y con los dirigentes de sus partidos.
Ya comentaré después lo que dijeron los líderes del PRI y de MORENA. Empiezo por el PAN porque fue el que más me gustó, pero también el que más me disgustó y peor todavía, el que más preocupado me dejó. En seguida me explico.
Me gustó porque el Maestro Gómez Carranco preparó muy bien su presentación. Nos explicó a grandes rasgos la historia del PAN y después pasó al tema de los principios básicos de su partido: el bien común, la dignidad de la persona, la subsidiaridad y la solidaridad.
Muy bien, ese era el tema, para eso fue invitado. Yo esperaba que profundizara sobre la filosofía de su partido. Sin embargo, a pesar de que con lo ya expuesto pudo haberse dado un diálogo fructífero con los que allí estábamos, Jorge aprovechó para intentar una defensa de los gobiernos panistas de Fox y Calderón.
Estadísticas incompletas son verdades a medias son demagogia
Quiso utilizar el foro para hacer campaña por su partido, haciendo una especie de apología de la disciplina fiscal y en general de las políticas económicas de los ex presidentes panistas. Se basó en números y gráficas que dijo haber tomado de publicaciones del Banco de México.
Y sí, los indicadores macro económicos que nos presentó son contundentes, la disciplina fiscal de Fox y Calderón se tradujo en bajas tasas de inflación, en una menor devaluación del peso frente al dólar, en la reducción de la deuda externa y en un menor endeudamiento.
En suma, lo que se tuvo fue una mayor certidumbre económica y en consecuencia hubo inversión y crecimiento. El Producto Interno Bruto (PIB), es decir el valor de la producción de bienes y servicios, pudo crecer sostenidamente.
¡Qué bueno que hubo crecimiento durante los gobiernos panistas! ¡Qué malo que esto no se tradujo en bienestar social! A pesar de la riqueza, la corrupción se incrementó, la violencia y la inseguridad se exacerbaron, la calidad de los servicios educativos y de salud se desplomó. Pero de esto no habló Jorge. ¿A manos de quién fue a parar la nueva riqueza?
 Ya en las preguntas aproveché para hacerle ver  que no todo fue tan maravilloso y que sus gráficas estaban incompletas. Intentando ser positivo le pregunté sobre cómo aterrizar el principio de subsidiaridad del que habló al principio, en políticas concretas de beneficio social.
No obtuve respuesta. Y es que sus estadísticas fueron mañosas, para nada habló de los pobres. Como ya dije él aprovechó el foro para hacer campaña por su partido. Cómo me hubiera gustado que ensayara un poquito de autocrítica.
Subsidiaridad
No hay que cerrar los ojos ante la pobreza. Le recuerdo a Jorge y a quienes lo siguen y apoyan: la Subsidiaridad tiene como fundamento el reconocimiento de la desigualdad entre los hombres. Y lo más importante, no es populismo.
Es el principio que rige la relación entre pobres y ricos, por el que el pobre debe de hacer lo más posible y el rico ayudarle sólo en lo necesario. En otras palabras, que el rico no haga lo que el pobre pueda hacer por sí mismo. Urgen proyectos que involucren a los más pobres y necesitados.
Además, es un concepto práctico y aterrizado. Hace que los demás principios, dignidad humana, libertad, justicia, bien común, solidaridad no se queden en lo abstracto.

¿Cómo aterrizar el principio de Subsidiaridad? Insisto, esa es la gran pregunta.

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