lunes, 15 de enero de 2018

¿De verdad Meade está libre de pecados?

Alejandro Mario Fonseca
En el Capítulo 8 del Evangelio de Juan, los fariseos le traen a Jesús un caso difícil: "Esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: tú, ¿qué dices?"
Los preceptos de la Ley decían: "La mujer adúltera debe morir". (cf. Levítico 20,1,10; Dt 22,22s).
En verdad, el pecado de adulterio es muy grave, porque arruina el amor, la familia, las relaciones humanas, el derecho del cónyuge...

En Israel, el adulterio era tenido por delito público, pero con una interpretación machista. El hombre casado sólo era adúltero, si tenía relaciones con una mujer casada.
En cambio la mujer casada era adúltera, si tenía relaciones con cualquier otro hombre, que no fuera su esposo, fuera o no casado. Quizá por eso los fariseos acusan a la adúltera, y no al adúltero.

Meade-Lozano-voceros (1). Forbes México

¿Cuál era el castigo para las adúlteras?
Por ser el adulterio un pecado considerado público, la comunidad debía borrar la mancha también públicamente.
El apedreamiento o lapidación debían realizarlo los vecinos del lugar en el que el pecador había sido descubierto en falta y, generalmente, el sitio del suplicio estaba fuera de los muros de la ciudad.
A estas condenadas se les enterraba hasta la cintura en estiércol, se les rodeaba todo el torso con estopa y se les introducía en la boca una antorcha encendida.
Y los testigos del adulterio eran los primeros en arrojar las piedras contra la adúltera.

¿Cómo responde Jesús?
Jesús no condena. Él repetía: "No juzguen y no serán juzgados". Sabe que todos somos pecadores ante Dios. Y quiere que todos nos sintamos pecadores.
Jesús busca que los fariseos se pongan en el lugar de la pecadora, reconozcan sus propios pecados y se arrepientan. Para ello les da tiempo, y se pone a escribir sobre la tierra (v.6), como hacían algunos jueces romanos que escribían la sentencia en la tierra.
Pero los fariseos le acosan para que se defina. Entonces Jesús se levanta y les encara: "El que esté sin pecado, que tire la primera piedra" (Mt 7,1-5). E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Con esta huida reconocen que son pecadores, pero no se arrepienten de ello.

Una de las parábolas más bellas del Nuevo Testamento
Se trata una de las parábolas más interesantes y bellas del Maestro Jesús, ¿por qué? Porque la disertación destaca lo siguiente, a ver qué le parece a usted:
Jesús, como siempre, se declara a favor de la persona más necesitada, en este caso la adúltera, que estaría temblando y angustiada, pues estaba segura que iba a ser apedreada en público.
Es la postura de Dios hacia la debilidad humana.
Al ofrecernos su misericordia nos enseña también a ver a los otros con ojos misericordiosos. La divinidad de Jesús se expresa a través del amor.
Jesús es el Dios de la libertad y del respeto a las propias decisiones, aunque sean pecado. Jesús nos perdona y nos invita a que nos liberemos.
Jesús da un enorme paso en la civilización: no está de acuerdo ni con la pena de muerte ni con la humillación pública bochornosa. A Jesús no le gusta destruir ni la vida ni la reputación. Jesús es Dios de vida. Desearle a otro la muerte o amenazarle con ella no es cristiano.

La “guerra sucia” en las campañas electorales
Traigo a colación esta disertación sobre la parábola bíblica,  que tomé del sitio PildorasdeFe.net. Porque se presta muy bien para analizar la “guerra sucia” que están escenificando los candidatos a la presidencia de nuestro país.

Y no se asuste, no lo voy a cansar con un recuento de las pedradas que día con día avientan Anaya y AMLO; ya no es noticia, sin embargo lo que sí es novedad son las nuevas pedradas de Meade, seguramente diseñadas por Javier Lozano. Tomo la nota de Aristegui Noticias:

Durante un evento de precampaña con priistas en Coahuila, Meade señaló que López Obrador se tardó 14 años en terminar su carrera universitaria y afirmó que “lleva 12 años sin trabajar”.
“Es un ‘nini’ que anda suelto, él sí ni estudia ni trabaja; 14 años para terminar y 12 años sin trabajar (…) ¿Ustedes lo escogerían para que fuera su presidente? La verdad, yo tampoco”, dijo.
También criticó a Ricardo Anaya y les pidió a los priistas en Coahuila imaginar que el ex presidente nacional del PAN les pide su voto diciendo “Yo sé hablar inglés, yo sé hablar francés y yo sé de turismo”.
“¿Eso le alcanza para ser presidente? ¿Ustedes lo apoyarían? Necesitamos un presidente, no un guía de turistas. Además toca la guitarra. Como guía de turistas lo podría hacer muy bien”, afirmó, de acuerdo con el sitio web del PRI.

A Meade le tocó cargar con un bulto muy pesado de pecados priistas
Meade el “impoluto” ya está desesperado, al parecer su campaña no levanta con nada. Y con sus primeras pedradas mentirosas no demuestra otra cosa más que su deprecio por el pueblo de México: nos considera tontos e ignorantes.

AMLO, nos guste o no es un trabajador incansable, de tiempo completo, dedicado a la política. Además es intelectual, ha publicado nada menos que 16 libros. Lo han acusado de todo pero no le han probado nada.
Y Anaya también, nos puede caer mal por engreído y arribista, pero es brillante y está limpio, ya intentaron quemarlo por corrupto y al igual que a AMLO, no le han podido probar nada.

Y lo peor de todo es que Meade se está tambaleando, da la impresión de que ya quiere aventar la toalla. No es priista, pero le tocó cargar con un colosal bulto de culpas crónicas, que le restan credibilidad a sus pedradas, sean estas basadas en la realidad o no.
La parábola de la mujer adúltera resulta muy aleccionadora para nuestra clase política. Repito: al Maestro Jesús no le gustaba destruir ni la vida ni la reputación de nadie; reprobaba aquella humillación pública bochornosa y con mucho más razón aquella basada en la mentira.
Y le comparto una reflexión final: ¿De verdad Meade el “impoluto” está  libre de toda culpa? Seguramente muy pronto lo sabremos. ¿Usted qué opina?

No hay comentarios:

Publicar un comentario