jueves, 29 de marzo de 2018

La civilización del espectáculo

Alejandro Mario Fonseca
¿Qué clase de farsa, de espectáculo, de burla, de cinismo, de frivolidad, de abuso,… estamos viviendo los poblanos en esta contienda electoral? Y que digo poblanos, en todo México la contienda electoral se está convirtiendo en un verdadero circo.
Los últimos escándalos se dieron al interior de MORENA y no pasó nada. A diestra y siniestra los operadores nombrados por el Peje impusieron candidatos de otros partidos menos del propio.
 Ya es vox populi (por lo menos en Puebla con relación a Barbosa) que hasta vendieron las candidaturas, espero que no haya sido así. Gabriel Zaid le llama al fenómeno: “chapulinato”. Lo sorprendente es que el Peje sigue firme en las encuestas; así está ya el hartazgo de los mexicanos.
Y al “chapulinato” hay que agregarle la guerra de lodo, por decirlo con suavidad, que está tomando rumbos insospechados que presagian violencia. O quizá exagero y no se trata sino de un escarceo, a ratos soso, a ratos grosero, a ratos rabioso; con el que precisamente se evita la violencia.
Esto último lo explican muy bien los psicólogos sociales. La farsa electoral encubre una situación de control extremo por parte de grupos con una gran influencia en los diferentes protagonistas tanto del Estado, como de las instituciones ciudadanas de todo tipo, incluidas el Instituto Nacional Electoral, y hasta el mismísimo Congreso (y no se diga los congresos estatales).
Y es que no se puede pensar de otra manera cuando los candidatos del PRI José Antonio Meade y del PAN, Ricardo Anaya, desde hace rato se están “dando hasta con la cubeta”, como dice mi amigo Octavio Rodríguez, y no pasa nada. Y al Peje también le toca, aunque, como ya he comentado, se están reservando para un final entre dos.

La civilización del espectáculo

lunes, 26 de marzo de 2018

AMLO se enfrenta al Grupo Milenio

Alejandro Mario Fonseca
Hace ya algunas décadas, cuando yo era niño (si esto lo estuviera diciendo en clase mis alumnos dirían todos a coro uuuuuuuyyyyyyyy), leía las tiras cómicas del periódico Excélsior. Eran una verdadera delicia, “El príncipe valiente”, Fantomas, Rolando Rabioso, el Sargento Chiricuto,…
Ya más grandecito no sólo leía las tiras cómicas (caricaturas como les llamábamos los niños) sino también las noticias y las columnas de análisis político. Eran los años gloriosos del Excélsior, dirigido por Don Julio Scherer.
Mi papá lo leía completito, se tardaba más o menos dos horas después del desayuno. Se trata de un rito familiar que ahora yo repito al pie de la letra. Claro que ahora ya no compro el Excélsior, sino el diario Reforma.
¿Por qué? La historia es larga, pero le cuento lo esencial. El presidente Echeverría se apropió del diario (Excélsior era una cooperativa) y expulsó a Don Julio y sus colaboradores. Así fue como nació la Revista Proceso y subsecuentemente los diarios Uno Más Uno, y La Jornada; después vendría el  Reforma.

AMLO con el Grupo Milenio

sábado, 24 de marzo de 2018

En defensa de Vargas Llosa

Por Alejandro Mario Fonseca

El pasado 28 de febrero el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, alertó que un triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de julio próximo en México, significarían “un retroceso para México”, ya que lo convertiría en “una democracia populista y demagógica”.

“Tengo la esperanza de que haya lucidez en México, ante el populismo, la demagogia y las recetas fracasadas como en el caso de Venezuela, donde ahora el 90 por ciento quisiera salir de esa sociedad frustrada y fracasada”.

Comparó a AMLO con Maduro al cuestionar “si van a ser los mexicanos tan insensatos de votar por eso, teniendo el ejemplo de Venezuela enfrente”. Y todavía fue más contundente:
“Algunos países prefieren suicidarse, espero que eso no ocurra porque sería muy trágico para México, donde algunas cosas andan mal, pero otras bastante bien. Esperemos que el populismo no gane en México”. (Cfr. Revista Proceso).

Mario Vargas Llosa

miércoles, 21 de marzo de 2018

Óptica Ciudadana UN PELIGRO PARA MÉXICO

Por José Luís Hernández Jiménez
No estimados cuatro o cinco lectores, ni José Antonio Meade Kubribeña ni Ricardo Anaya Cortés ni  Andrés Manuel López Obrador, ni ningún otro suspirante o suspiranta,  por la Presidencia de la República, son un peligro para nuestro país.
Está bien que ellos tienen sus negras biografías y sus raras ocurrencias, que denominan soluciones, y que juran y perjuran que ahora sí van a salvarnos de esta crisis permanente en que, por omisión o por comisión, nos metieron ellos, sus contlapaches y ancestros que les acompañaron, pero ni así podrían destruir nuestra nación.
Más aún, ningún mandatario deshonesto de los que hemos tenido a raudales (solo hemos tenido tres Presidentes medio honestos: Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz) ha podido destruir a México.
Vamos, ni siquiera sátrapas como Antonio López de Santa Ana o Victoriano Huerta, pudieron acabar con nuestro país. ¡Cómo iban a ser un peligro los mencionados al principio, si son de los más mediocres líderes que hemos tenido!
Porque un peligro verdadero para México, no es una persona o personas, sino una situación de la que nadie, ni siquiera los candidotes citados, hablan con claridad.
El peligro para México es la injusta y grosera  distribución de la riqueza: Unos cuantos tienen todo, mientras la inmensa mayoría de los mexicanos, tienen poco o nada.  
Esta situación es el origen de la corrupción y de la inseguridad, por ejemplo, fenómenos que todos sufrimos y de los que muchos hablan pero, que no entienden o no les conviene entender.

OXFAM: Informes sobre la desigualdad en México

En Cholula la caballada está flaca

Alejandro Mario Fonseca
“La caballada está flaca”, dijo en 1975 el entonces cacique priista gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa, respecto de los precandidatos del PRI para suceder a Luis Echeverría. Hoy, nuevamente, después del “peje dedazo” aquí en Cholula, se ve flaca la caballada.
También me acuerdo del corrido de Oscar Chávez sobre la transición de 1982 en la que López Portillo designó a Miguel de la Madrid como candidato a la presidencia de la República:
“Año 80-82 del futuro son la llave, ya no son los años de Hidalgo ahora son la clave; se soltó la caballada antes del tiempo acordado, se me hace que andaba suelta desde el sexenio pasado, se alinean en los carriles dicen que el tiempo esta joven, entre caballo y caballo nomás las pasadas se oyen”.
Y continua en coro: “la caballada está flaca, muy flaca la caballada, mientras nos llevan los gordos, ya nos llevó la güellada”. Y sigue, “El sexenio de 12 años que por fin va terminar, si llega a ser de 18 que friega nos va arrimar”.
 “Hasta los caballos viejos que corren no son tan majes, ya se están tiñendo el pelo y haciéndose maquillaje, reforma al 82 es difícil en la historia, pero sin las del Congreso será con dedicatoria”. Y vuelve el coro: “la caballada está flaca…

Andres Manuel López Obrador y J. J. Espinosa 

jueves, 15 de marzo de 2018

¿Carro completo para el alcalde de Cholula?

Alejandro Mario Fonseca

Llevo ya varias semanas, o mejor dicho meses, en los que veo a mis amigos del partido MORENA enojados. Hablo no sólo de militantes, sino también de simpatizantes cómo yo, pero también y creo que son mayoría, de la gente “buena” y “mala” que viene de otros partidos, principalmente del PRI.
Me refiero a buenos amigos como Alejando Oaxaca, y muchos otros que no menciono porque son demasiados. Es probable que se molesten porque diga que los veo enojados y en la incertidumbre, pero es la verdad.
Mi amistad con Alex Oaxaca, mi tocayo es vieja. Lo conocí en un Seminario de Filosofía Política en el que coincidíamos por allá a fines de los años 80. Él era un jovencito sencillo y humilde, que cursaba sus últimas materias en la Facultad de Leyes de la BUAP. Era muy serio, pero también sabía sonreír.
Fue un Seminario maravilloso coordinado por el Doctor Luis Cervantes Jáuregui, de la Facultad de Filosofía y Letras de la misma BUAP. Y digo que fue maravilloso porque fueron cuatro años en los que leímos a los clásicos de la política, desde los griegos hasta los actuales.
Aristóteles, Tito Livio, Maquiavelo, Hobbes, Locke, Rousseau, Montesquieu, Pareto, Mosca, Max Weber, Lasalle, Bobbio, Bovero, Sartori y muchos otros; leímos sus principales obras y lo más importante, las discutimos, las analizamos.
Desde entonces he sido un fanático de la filosofía política, de la sociología, la economía y en general de las ciencias sociales. También he seguido estudiando y escribiendo sobre el acontecer político de mí localidad, de México y del mundo.

Ricardo Monreal Avila 

lunes, 12 de marzo de 2018

“El que suelte el tigre, que lo amarre”

Alejandro Mario Fonseca
Se llama unción (del latín ungiere, ‘untar’) al proceso de embadurnar con aceite perfumado, leche, grasa animal, mantequilla derretida u otras sustancias, presente en los rituales de muchas religiones.
Las personas y cosas se ungen para simbolizar la introducción de una influencia sacramental o divina, una emanación, espíritu o poder sagrados. La unción también puede provocar, en este marco religioso, que el mal o la enfermedad se aparten de alguien, restableciéndose la purificación o la salud.
Saltándome los detalles originales del término judío, voy al grano, los cristianos creen que el “ungido” aludido en varios versículos bíblicos como Salmos 2, 2.  Daniel 9, 25-26. Es el prometido Mesías.
Según la Biblia Judía, cada vez que alguien era ungido con la fórmula concreta del aceite de la unción santa según la ceremonia descrita en Éxodo., el Espíritu Santo descendía sobre esta persona, capacitándole para realizar un sagrado designio.

“El que suelte el tigre, que lo amarre”

viernes, 9 de marzo de 2018

En México la política cuesta y cuesta mucho

Alejandro Mario Fonseca

¿Ha escuchado usted alguna vez la frase picando piedra? Es una expresión relacionada con el castigo a los reos en las cárceles. Se trata de imágenes que nos vienen a la mente gracias a las películas que veíamos de niños.
Picar piedra significa castigo por los delitos cometidos o por la mala conducta del reo en el presidio. De lo que se trata es de ablandar al preso para que se comporte bien durante su estancia en el presidio, pero también para que cuando salga “haya aprendido la lección”.
Sin embargo la expresión tiene por lo menos otra acepción, aquella relacionada con la política. Sí, la que se refiere al quehacer político de la gente pobre; la de los que carecen de dinero y/o de recursos para destacar en los foros políticos.
Y llegados a este punto, discúlpenme mis amigos priistas, pero el paradigma del político priista es el mejor ejemplo. Existen dos tipos de priistas, la élite, los herederos de los caudillos o caciques triunfantes de la Revolución (los dueños del PRI); y los demás, las clientelas, los que trabajan para los primeros.
Desde luego que la realidad es mucho más compleja, pero con fines didácticos, buscando comprender el entuerto, permítame usted abusar del esquema. En la élite están los “niños bien”, aquellos a los que todo se les da con facilidad: alimentación, salud y “educación de calidad”.
Ya mayorcitos se convierten en la élite priista, los que heredan el poder, los que mandan. Desde muy jóvenes aprenden a ganar mucho dinero sin esforzarse. Llegan a ser empresarios, líderes sindicales, diputados, gobernadores, secretarios de Estado y hasta presidentes.

Fijnanciamiento pùblico a paridos en Mèxico para 2018

miércoles, 7 de marzo de 2018

¿Una Constitución Moral?

Alejandro Mario Fonseca
Hace ya casi una década que murió a los 92 años Giovanni Sartori. Fue un politólogo, especializado en el estudio comparativo de la política. Su obra es de las más destacadas de las ciencias sociales, contando con libros fundamentales como Partidos y Sistemas de PartidosLa política: lógica y método en las ciencias sociales y Teoría de la Democracia.
Visitó México varias veces, en 1996, la Universidad de Guadalajara le otorgó el Doctorado Honoris Causa a petición de un grupo de estudiantes del Departamento de Estudios Políticos y con motivo de sus valiosas aportaciones a la Ciencia Política. En 2007 le fue otorgado otro Honoris Causa por la Universidad Nacional Autónoma de México.
A los científicos y artistas extranjeros México siempre les ha parecido un país exótico y la política no podía ser  la excepción. Sartori permaneció atento a nuestro país e incluso acuñó el concepto de “sistema de partido hegemónico” (con referencia al PRI). Cuando vino a México contribuyó de manera importante a la discusión sobre la reforma política y electoral.
Sartori es un clásico que se inscribió en una tradición liberal que hizo compatible el elitismo y la democracia. En la más pura tradición del análisis weberiano, vio en el voto, ese “instante de la igualdad”, un mecanismo que permitía seleccionar a los mejores, reclutar a los más competentes, premiar a los más talentosos. 

Giovanni Sartori

lunes, 5 de marzo de 2018

¡Por una ciudad de bien para todos!

Alejandro Mario Fonseca
Desde que conocí Cholula, por allá a fines de los años 70, me encantó. Era un pueblo típico en el que uno  podía respirar aire limpio y relajarse. Recuerdo que veníamos a comer al Delicias, que estaba en la esquina de la Hidalgo y 3 sur, ahora allí hay una zapatería.
El Delicias era un restaurante bar en el que se comían unos ricos hígados encebollados, los tradicionales mixiotes de cordero y las famosas tortas compuestas. No me acuerdo cómo se llamaba el dueño, le decían el “ojo verde”.
Siempre quise vivir en Cholula. Me acerqué, primero viví en Tonantzintla, un pueblo encantador, sobre todo por su iglesia barroco indigenista. Allí viví 7 años maravillosos. La casa que rentaba, en la quinta Tlapanco tenía árboles frutales. La disfruté mucho, allí nació mi hijo Alex.
Y a fines de los años 80 por fin compré y construí una casita en San Cristóbal Tepontla, donde vivo desde entonces. Es una de las 13 juntas auxiliares (pueblos) de San Pedro Cholula, que como casi todas vive en el abandono, con muy poca atención por parte de las autoridades municipales.
Bueno, no en el abandono total, por ejemplo donde vivo yo, en la Quinta Cecilia, pegada al balneario Casa Blanca, sí ha habido inversión recientemente, pero solamente del lado sur, donde están los nuevos desarrollos inmobiliarios. El lado norte sigue en el abandono.
Tendría alrededor de 10 años viviendo aquí,  cuando me tocó participar en una campaña electoral local. El partido verde parecía todavía que de verdad quería hacer política ecologista en serio.

Cholula, Puebla.